ASALTO AL CAPITOLIO DE LOS ESTADOS UNIDOS

El asalto al Capitolio de los Estados Unidos ha sido un hecho marcado en rojo por la sociedad norteamericana. Detrás de las imágenes que aparecieron en todas las cadenas de televisión hay muchas noticias falsas y especialmente teorías de conspiración que explican lo sucedido hace más de dos años. 

En Fundación Niu nos detenemos en este acontecimiento histórico para explicar qué papel tuvo la desinformación y cómo puede repercutir en unas consecuencias tan fatales.

Asalto al Capitolio de los Estados Unidos. Wikimedia Commons

QUÉ ES EL ASALTO AL CAPITOLIO

Estamos en el 6 de enero de 2021 en el Congreso de los Estados Unidos en Washington D.C. Dos meses después de las elecciones presidenciales en las que Joe Biden, del Partido Demócrata, se impuso a Donald Trump, del bando republicano, con el 51,38% de los votos obtenidos. 

Partidarios del derrotado, no conformes con los resultados, irrumpieron en la sede del Congreso alentados y motivados por Trump mientras se estaba celebrando la sesión del poder legislativo que certificaba la victoria de Biden. Primero se manifestaron a las afueras de la cámara pero posteriormente se dio un paso más introduciéndose en el edificio donde se produjeron enfrentamientos con la policía que dejaron cinco muertos y múltiples heridos.

CÓMO EMPEZÓ TODO

Donald Trump es considerado por muchos como “el padre de las noticias falsas”

Toda esta relación no se entiende sin QAnon, una teoría de conspiración de la extrema derecha estadounidense que habla de una supuesta trama contra Trump y sus seguidores. Aseguran que es “el paladín que salvará el mundo de la secta satánica”.

Para hacer crecer la confianza en el Partido Republicano propaga numerosas teorías con el fin de desacreditar a los demócratas. Uno de los que más repercusión tuvo fue la supuesta red pedófila que compartían en el Partido Demócrata que operaba a través de una conocida pizzería y su número de teléfono. La trama era denominada como Pizzagate.

Por otro lado también está el caso de las acusaciones contra una supuesta expiación organizada de los demócratas contra Trump y los republicanos. Consiguiendo así que la reputación de sus rivales descendiera.

Bandera de QAnon en una manifestación. Wikimedia Commons

ELECCIONES PERDIDAS DE TRUMP Y LAS MENTIRAS QUE CONLLEVÓ

Pero la cúspide de QAnon se alcanzó con la presuposición del fraude electoral de las elecciones presidenciales de 2020. El bulo perfecto para que todo estallara. Afirmaban que Donald Trump era el legítimo vencedor añadiendo que se habían hecho trampas con las máquinas que se encargan de contar los votos.

Para conseguirlo se apoyaron en videos que estaban totalmente fuera de contexto asegurando que había papeletas bajo las mesas electorales. A esto se sumaban unas furgonetas que portaban votos que favorecían a los demócratas. Las redes sociales tuvieron un papel clave para la difusión y una mayor creencia de estos bulos.

La tensión y la injusticia fueron aumentando entre los seguidores de Trump. En vez de asumir la victoria electoral de Joe Biden se agarraron a la única esperanza que tenían de que el bando republicano siguiera mandando, la trampa.

Estados Unidos. Wikimedia Commons

ASALTO AL CAPITOLIO, HECHOS

La campaña de desinformación que llevó a cabo Donald Trump, el expresidente de Estados Unidos, tuvo consecuencias para todos los estadounidenses.

Desde que Trump perdió elecciones frente a Biden, el 3 de noviembre de 2020, aunque insistió en que los resultados de las elecciones eran fraudulentos y no las reconoció como válidas, hasta día de hoy, pero la realidad es que nunca ha demostrado que hubiera ninguna alteración en las elecciones presidenciales que proclamaron a Joe Biden como presidente de Estados Unidos. Pese a haber perdido las elecciones de manera legal, Donald Trump arengó a sus seguidores en un mitin a que “caminaran por avenida Pensilvania hacia el Capitolio” como protesta por lo que él consideraba unas elecciones fraudulentas.

El 6 de enero de 2021 se vivió uno de los momentos más tensos de la historia de la democracia de Estados Unidos. Ese día, mientras los legisladores del 117º Congreso de Estados Unidos acababan de tomar posesión de sus cargos, cientos de simpatizantes de Trump superaban las barreras establecidas en el perímetro del Capitolio y consiguieron burlar a la policía y colarse por las ventanas (hacia las 13.00). La policía comenzó a evacuar a los legisladores mientras los seguidores de Trump deambulaban por el Capitolio haciéndose fotos y dejando mensajes como el que apareció en el despacho de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes: “No daremos marcha atrás”. Hacia las 16.00 de la tarde, Donald Trump subió un vídeo a Twitter repitiendo unas afirmaciones falsas sobre las elecciones pero pidiendo a sus simpatizantes que se fueran a casa. La violenta insurrección dejó heridos tanto a policías como simpatizantes, 140 en total, además de cinco fallecidos y una democracia estadounidense al límite.

Seguidores de Trump asaltan el Capitolio. Wikimedia Commons

CONSECUENCIAS DEL ASALTO AL CAPITOLIO Y DE LAS MENTIRAS DE TRUMP

Una vez visto el asalto al capitolio, podemos hablar de uno de los acontecimientos que más han llevado al límite a la democracia estadounidense, hecho que nunca se habría llevado a cabo de no ser por una campaña de desinformación de Donald Trump. El magnate, con ayuda de las redes sociales, hizo que parte de la sociedad perdiera la confianza en las instituciones, los medios de comunicación, la política y la ciencia para pasar a creer a su presidente, sin juzgar ni plantearse si decía la verdad o no. 

En 2017, pocos meses después de haber sido nombrado presidente, Donal Trump no dejó preguntar a un periodista de la CNN diciendo “tú y tu cadena sois fake news”. Desde entonces, todas las noticias que no le favorecían al magnate, eran falsas, según su criterio. La realidad es que Donald Trump a través de la mentira y la desinformación, defendiendo que perdió unas elecciones por manipulación, ha conseguido poner la democracia en riesgo con su arenga patriótica para que se diera el asalto al capitolio, lo que podría haber desencadenado en un golpe de Estado.

Lo bueno es que, como dice el refranero español, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y hace unas horas que se ha sabido de una actualización sobre el asunto. La cadena Fox, un gran apoyo mediático durante el mandato de Trump, tendrá que pagar 787 millones de dólares por difundir la falsa noticia del fraude electoral (y para evitar un juicio que sería un despropósito para la cadena), un fraude que ni la cadena ni Trump, nunca fueron capaces de demostrar, pero sí de difundir.

El asalto al Capitolio fue un acontecimiento histórico, que puso en jaque a la democracia en Estados Unidos, a través de un presidente que supo manejar la desinformación a su favor hasta tal punto que algunos de sus simpatizantes estaban dispuestos a dar un golpe de Estado, a golpe de mentiras.

Donald Trump. Wikimedia Commons

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